
Actualmente, estudios universitarios y científicos de la Universidad de Alicante, de la Universidad de Murcia y de la Universidad de Granada recomiendan el uso y/o consumo del agua de mar ya que, contiene todos los minerales necesarios para el buen funcionamiento de las células y, gracias a la biodisponibilidad iónica de estos elementos, se consigue reponer cualquier carencia de minerales. Además, el agua de mar desempeña un papel fundamental en el mundo de la nutrigenética, tal y como han demostrado Peter Agre y Rodrick MacKinnon (Premios Nobel de Química 2003), y Bruce Lipton (Doctor en Medicina), las operaciones de una célula están definidas también por su interacción con el medio y no solo por su código genético.