DESAYUNOS CON SEMILLAS DE CHÍA

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La chía tiene de proteína dos veces más que cualquier semilla, cinco veces más calcio que la leche entera, dos veces la cantidad de potasio en los plátanos, tres veces más antioxidantes que los arándanos, tres veces más hierro que las espinacas y siete veces más omega 3 que el salmón.

La chía es una planta herbácea de la familia de las lamiáceas; es nativa de México, El Salvador, Guatemala , Inca y Nicaragua y es una de las especies vegetales con la mayor concentración de ácido graso alfa-linolénico omega 3.
El componente principal de la semilla de chia es la fibra, un 40 % de fibra alimentaria (5 % fibra soluble de muy alto peso molecular) y un 34 % de aceite; sobre el 64 % del aceite son ácidos grasos omega 3.


El resto de nutrientes serian proteínas, un 20 % , calcio, boro (mineral que ayuda a fijar el calcio de los huesos), potasio, hierro, gran cantidad antioxidantes, que entre otras cosas previenen el enranciamiento de sus propias grasas, y también oligoelementos tales como el magnesio, manganeso, cobre, zinc y vitaminas como la niacina entre otras.
Si la comparamos con otros alimentos tiene de proteína dos veces más que cualquier semilla, cinco veces más calcio que la leche entera, dos veces la cantidad de potasio en los plátanos, tres veces más antioxidantes que los arándanos, tres veces más hierro que las espinacas y siete veces más omega 3 que el salmón.
No contiene gluten, por lo que es apta para celíacos y no se conocen componentes tóxicos en ella.
Las semillas remojadas en agua liberan el mucílago, produciendo un líquido gelatinoso prácticamente insípido, tal reacción se debe a la fibra soluble de la semilla, que posibilitan que la semilla absorba agua hasta doce veces su propio peso.
El gel formado en el estómago se convierte en una barrera para la digestión de los azúcares, lo que evita que haya picos de glucosa e insulina en sangre en beneficio, por ejemplo, de los diabéticos.


Por otro lado, la gran cantidad de fibra dietética de la chía tiene un efecto favorable para el estreñimiento así como la obesidad, al aumentar la saciedad y diversas enfermedades digestivas.
Las semillas también pueden secarse y molerse para preparar una harina fina y de sabor intenso, que se consume principalmente como dulce.
Los brotes tiernos se consumen como verdura cruda o cocida y pueden ser usados en ensaladas.
Por todo lo que acabamos de ver las semillas de chía merecen ser denominadas un superalimento ya que son una excelente fuente de fibra y antioxidantes, calcio, proteínas y ácidos grasos omega 3, pero recordar que ningún alimento en exceso es bueno.
Si hablamos de la forma de consumirlas se pueden añadir a batidos, espolvorearlos sobre ensaladas, sopas, cereales, avena, o yogur, y mezclarlos en prácticamente cualquier receta de cocción.
Os dejamos la foto de unos de nuestro desayunos preferidos, pudding de chia con fruta, y en próximos post os prometemos recetas para disfrutar comiendo estas semillas.

Etiquetas: semillas

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